TUESDAY, 18 JANUARY 2011 16:23
ING. CARL-AXEL P. SODERBERG, PASADO PRESIDENTE AIDIS Y AIDIS-PR
El pasado 7 de mayo murió un gran ingeniero sanitario y, más aún, un gran puertorriqueño.
No podemos dejar que pase desapercibida la gran contribución a la Salud Pública de Puerto Rico y de varios países del mundo del Ing. Rafael Miranda Franco.
El Ing. Rafael Miranda Franco nació en Cataño el 9 de agosto de 1919. Obtuvo su grado de Bachiller en Ingeniería Química en el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de la Universidad de Puerto Rico en el 1940. En el 942 alcanzó el grado de maestría en Ciencias Sanitarias de la Escuela de Medicina Tropical de la Universidad de Puerto Rico.
Su experiencia profesional la inició en su país natal como ingeniero de salud pública en el Servicio de Salud Pública de Puerto Rico. Sus responsabilidades consistieron en el desarrollar actividades de control de malaria en áreas militares.
De 1946 al 1955, con pequeños recesos para trabajar en Jamaica y Colombia, el Ing. Rafael Miranda trabajó para el Departamento de Salud de Puerto Rico como ingeniero sanitario, en donde estuvo a cargo del planeamiento y dirección de las actividades de control de vectores y erradicación de la malaria. Luego de seis meses en estas funciones, pasó a ser Jefe Auxiliar de la Junta de Control Ambiental.
En el 1952, obtuvo un Contrato de Asesoría de la Junta Sanitaria Panamericana que lo llevó a Barranquilla, Colombia, como Ingeniero de Salud Pública. Allí laboró como asesor del Ministro de Salud en el Programa Extendido de Control de Malaria. De 1953 a 1954, fue enviado a Jamaica también para trabajar como Asesor del programa de erradicación del mosquito Aedes aegypti en los países de habla inglesa del Caribe.
Al ingeniero Miranda y al Ing. Luis D. Palacios le debemos la erradicación de la malaria en Puerto Rico. Un logro importantísimo en la Salud Pública puertorriqueña que permitió el éxito de la Operación Manos a la Obra. Un pueblo con una enfermedad tan debilitante como la malaria, no hubiese podido viabilizar la transformación económica de Puerto Rico. La Salud Pública es un requisito para el desarrollo económico.
El Ing. Rafael Miranda Franco fue miembro del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico desde el 1942. También perteneció a la Asociación de Salud Pública Americana desde el 1944; fue Ingeniero Diplomado de la Academia Americana de Ingenieros Ambientales desde el 1956; miembro de la Asociación Americana para el avance de las Ciencias desde el 1959 y miembro de la Asociación Americana para el Control de Mosquitos desde el 1966. El ingeniero Miranda fue miembro fundador de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental – AIDIS – y miembro fundador del Capítulo de Puerto Rico, actualmente denominado AIDIS-Puerto Rico desde el 1948.
El ingeniero Rafael Miranda Franco se retiró de la Oficina Panamericana de la Salud en el 1979. Sin embargo, aceptó cuatro consultorías adicionales en el 1981, 1983 y en el 1984 y en el 1988. La primera de ellas en Indonesia, adonde se trasladó para determinar la factibilidad de usar medidas de manejo ambiental para el control de la malaria en Java y Bali. En la segunda, se trasladó a Nepal para trabajar en el Programa de Erradicación de la Malaria con el método de reducción de fuentes en la región de Terai. La tercera, en la República Dominicana para colaborar en la planificación y medidas de control de la malaria. En 1988, aceptó la encomienda de evaluar el programa de control de malaria en Guyana.
Desde su regreso a Puerto Rico, el ingeniero Miranda Franco se ha mantenido activo en el Capítulo de AIDIS-Puerto Rico. En el período 1988-1990 fue un miembro activo en la preparación del XXII Congreso Interamericano de Ingeniería Sanitaria y Ambiental celebrado en San Juan. En el 1989, al iniciarse la publicación del boletín del Capítulo puertorriqueño de AIDIS, El Emisario, inició su famosa columna, TriviAIDIS, que escribía utilizando información actualizada sobre todos los tópicos del quehacer ambiental mundial. Participó activamente en la organización del curso ofrecido por la Oficina Sanitaria Panamericana; fue el principal propulsor de la Revista del Congreso, en la cual escribió, con conocimiento de causa, sobre el desarrollo de la Ingeniería Sanitaria en Puerto Rico. Fue miembro de la Junta Editora de Panorama Ambiental, la primera revista de intercambio de ideas sobre temas ambientales publicada por AIDIS-Puerto Rico.
En el XXII Congreso fue reconocido por AIDIS con Mención Especial por su dedicación a la Asociación. El entonces presidente, Charles Morse, lo nombró coordinador internacional entre AIDIS y la Unión Panamericana de Ingenieros-UPADI, en el 1990, puesto para el cual fue reconfirmado por la Presidenta María C. Flores en el 1992 y por el Presidente Alvaro Pardo Sánchez en el 1994.
El Tercer Congreso Regional de AIDIS para Norteamérica y el Caribe, celebrado en San Juan en el 1997, fue dedicado al ingeniero Miranda.
AIDIS Internacional le concedió la distinción de Miembro Distinguido en el año 2000 durante el XXVII Congreso Interamericano, celebrado en Porto Alegre, Brasil.
Debido a sus múltiples compromisos profesionales en el exterior, su activa participación en los Congresos Interamericanos de AIDIS y su participación en los eventos de UPADI, el Ing. Rafael Miranda Franco se convirtió en un excelente embajador de Puerto Rico en muchos rincones del mundo.
Sus consejos a las nuevas generaciones:
“A todo el que pueda, que viaje”.
“El profesional debe trabajar uno o dos años en el exterior”.
“Los jóvenes deben preocuparse por llevar una vida moderada. No a las drogas”.
“En todo momento se debe considerar lo que se hace con el ambiente, porque si se olvidan del ambiente, el mundo se acaba”.
A pesar de sus amplios conocimientos y su vasta experiencia, el ingeniero Miranda no alardeaba de su trasfondo profesional, al contrario, siempre estaba en la mejor disposición de colaborar. El era muy exigente con él mismo y siempre estaba pendiente del cumplimiento cabal con los compromisos contraidos. Era enemigo de la mediocridad y no tenía reparos en expresar su parecer sobre asuntos difíciles o conflictivos, eso sí sin ofender a nadie. Estuvo colaborando con diferentes asociaciones profesionales hasta que le sorprendió la muerte a los 91 años.
Puerto Rico, América Latina, el Caribe y parte de Asia tienen una gran deuda de gratitud con el ingeniero Miranda por su enorme contribución a mejorar la Salud Pública de tantas personas. Puerto Rico, además, debe exaltar la figura de este héroe anónimo que prestigió la profesión de la ingeniería y, con su vida ejemplar, nos enseño cómo ser buenos puertorriqueños.
Don Rafa, reitero mi agradecimiento y mis respetos.
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